Entrevista con Ben Locket, compositor de Gumball y Revolting Rhymes
Ben Locket es un compositor australiano instalado en Londres con más de 10 años de experiencia en creación musical para cine y televisión. Su trabajo en el mundo de la animación incluye la ganadora del BAFTA y el Emmy, “El Asombroso Mundo de Gumball” de Cartoon Network, por la que fue nominada a Mejor Música en Producción de TV en los Premios Annie en 2012, y en los Premios UK Music and Sound en 2014 por Mejores Títulos de Crédito. Su trabajo por la ganadora del BAFTA “Revolting Rhymes” ha ganado recientemente el premio a mejor banda sonora en el festival de Sapporo, en Japón.
Animac Magazine: Muchas gracias por estar aquí con nosotros.
Ben Locket: Un placer!
AM: Como ya sabrás, somos muy fans de El Asombroso Mundo de Gumball – incluso recibimos a Ben (Bocquelet) y a Mic (Graves) aquí en Animac el pasado 2014.
BL: ¡Sí!
AM: Nos encantaría saber como sueles abordar la banda sonora de Gumball. Es una serie tan alocada – ¡puede ocurrir cualquier cosa! – y tu contribución musical lo refleja claramente. ¿Empiezas creando temas centrados en los personajes? ¿Tienes en mente los arcos y evoluciones de cada temporada?
BL: Hay una cierta sonoridad que creamos para el tema principal de Gumball. Y se convirtió en mi distintivo sonoro para la serie, en cierto modo. Cuando empezamos con la primera temporada, la idea era la de utilizar ese mismo sonido y aplicarlo a la serie, pero descubrimos que no funcionaba del todo. No puedes construir una escena de acción con un banjo, así que había que abordar la banda sonora de una forma más tradicional: las clásicas ideas orquestales tan típicas del largometraje, ¡pues en Gumball siempre hay un gran tercer acto con una gran secuencia de acción!
Pero hay elementos en común en todas las temporadas, donde usamos algunos temas musicales y los expandimos o contraemos cuando conviene, ¿sabes? Por ejemplo, si tienes en mente los créditos finales de Gumball, a veces me gusta usar ese tema e invertirlo, tocarlo más despacio, tocar solo una parte en piano para conseguir una emoción distinta… Intentamos establecer algunos motivos específicos durante la serie, ¡pero los géneros musicales cambian tan rápido en Gumball…! Un día tienes que escribir una pieza de hip-hop, y otro una de rock and roll y más adelante una pieza de música clásica. Todo cambia constantemente, y nunca tienes suficiente tiempo para desarrollar temas que perduren mucho.
AM: Todo ello nos hace pensar que siempre estás metido en proyectos subversivos, como tu último éxito Revolting Rhymes (¡felicidades por el galardón!). Allí todo gira alrededor de darle la vuelta a muchos motivos y tropos de cuentos tradicionales, pero aquí la banda sonora tiene una dimensión mucho más orquestal. ¿Cómo abordaste el proyecto musicalmente?
BL: Era un escenario totalmente distinto a Gumball, porque en Revolting Rhymes ya sabía que la banda sonora tendría mucha más… “duración”, así que esta vez podría trabajar como en un largometraje y establecer melodías y temas para los personajes.
En Revolting Rhymes hay personajes muy distintos que hay que conectar durante la historia, y una vez desarrollamos sus temas musicales, encontramos formas para encajar todas las piezas de la película. Revolting Rhymes tiene dos partes, así que podíamos recoger y hacer evolucionar muchos temas. Por ejemplo, el tema de Caperucita: la primera vez que la vemos es una niña pequeña en el campo, rodeada de lobeznos, y al final de la segunda parte la vemos reencontrándose con el lobo, ambos como adultos. Y es el momento perfecto para retomar su tema musical y demostrar que han compartido una larga historia juntos. Y eso puedes hacerlo con música.
Pero en términos prácticos, ya sabía desde el principio que usaríamos una orquesta y que necesitaríamos una paleta sonora muy distinta a la de Gumball. Volviendo a Gumball, Mic me llamaba para decirme: “esta semana harás un pastiche tipo años 80” y la semana siguiente necesitaba una pieza del estilo Beethoven pero “distinta”, ¡y la siguiente un tema de hip-hop! Esto no podría ocurrir nunca en Revolting Rhymes porque el planteamiento era muy distinto.
AM: Cuéntanos un poco sobre tus orígenes: Australia. ¿Qué influencias musicales te marcaron como compositor? ¿Fue tu educación musical puramente clásica, eras autodidacta…?
BL: Estudié jazz durante un tiempo, y en mis años de juventud, pensaba que sería la nueva sensación como guitarrista de jazz. Pero claro, ¡ni lo era ni ocurrió nada de todo eso! Pero aprendí armonía y teoría musical, y esa formación sería muy importante para mí en un futuro aunque no fui consciente de ello en ese momento.
Y en paralelo, yo frecuentaba muchas escuelas de cine – me estaba convirtiendo en un cinéfilo – y me di cuenta que, caramba, podías componer música y aplicarla a la imagen, construir una relación con el espectador con medios tan fascinantes como el cine o la animación. Y muy pronto ya tenía claro qué es lo que quería hacer. Mis influencias musicales son muy eclécticas, y creo que para esta profesión tienes que ser así – mi colección musical es casi esquizofrénica.
AM: Nos vienen a la cabeza los Avalanches, también unos australianos eclécticos que tienen una colección de vinilos que es de locos (y construyeron su sonido sampleando todo tipo de músicas como en un collage).
BL: ¡Sí! Recuerdo que fui a verles hace mucho tiempo cuando empezaron en Melbourne: fueron toda una inspiración, pues siempre combinaban todo tipo de instrumentos y era un grupo muy fresco, ¿sabes? Melbourne tiene una escena musical increíble, muy potente, muy segura de sí misma. Puedes salir cualquier noche y descubrir todo tipo de música: un lunes por la noche puedes ir a ver jazz afgano, y al día siguiente descubrir un nuevo grupo de metal.
AM: Así pues, ¿qué te trajo a Londres en 2001, y cómo llegaste a desembarcar en el programa de cortometrajes de Cartoon Network? ¿Estabas involucrado en Gumball desde su primer piloto?
BL: Cuando me di cuenta de lo que quería hacer, sentía que quizás me quedaría corto en Melbourne y sabía que necesitaba viajar si quería tomarme mi carrera en serio. A veces tienes que irte si quieres seguir un camino muy específicos – bandas sonoras, en mi caso – y me mudé a Londres. La cosa no funcionó muy bien al principio, e incluso ni pensé en mi música los dos primeros años que estuve allá – años olvidables – pero disfruté mucho de la ciudad, busqué la forma de encajar, y me tomé mi misión en serio.
Unos años más tarde, había trabajado con Pete Candeland, el director de los videoclips de Gorillaz, y un día me llamó para decirme que estaba a punto de presentar un proyecto en Cartoon Network. Una vez presentado, Gumball se estaba cociendo al mismo tiempo, y acabé componiendo música para tres o cuatro proyectos distintos. Gumball fue el elegido y cuando le dieron luz verde a la producción, Ben me pidió encargarme de la banda sonora de toda la primera temporada.
AM: De todos los capítulos de Gumball, ¿recuerdas algún caso en particular que fuera todo un reto? O en el que Ben tuviese una petición muy específica y dijeses: no tengo ni idea cómo haré esto que me pide.
BL: Bueno, ¡eso que dices pasa en Gumball cada semana! Que es precisamente lo que te hace avanzar y es muy emocionante todo el proceso. Porque justamente cuando crees que lo tienes ya todo bien pensado y listo, llegan nuevas ideas. ¿Cómo podré conseguir un cantante de hip-hop y grabar con la orquesta y componer este dulce tema en piano que me piden… en dos semanas? Pero te lo montas y te sales con la tuya. Y uno de los aspectos más cautivadores de trabajar para Gumbal es justamente su variedad musical y todas las oportunidades que se te presentan. Uno de los capítulos que me viene en mente es el maravilloso “The Shell” y en cómo usamos la orquesta. Es un episodio con mucho corazón: a pesar del tono alocado de Gumball, siempre está ahí latente un mensaje de ternura. Y en la sexta temporada estamos haciendo cosas fantásticas, como tener una gran banda al estilo años 60 y experimentos así. Tengo muchas ganas que salgan ya los nuevos capítulos el año que viene.
AM: Y una última pregunta – para los fans de Gumball. ¿Quién es tu personaje favorito?
BL: Para mí es Darwin. Tiene dos cualidades simultáneas: es maravillosamente optimista, y a pesar de todo siempre mantiene un ojo abierto y sabe qué es lo que hay en juego. Mientras que Gumball, a quien amo con devoción, siempre va directo, sin pensar. Y Darwin es capaz de verlo todo más a fondo, y sabe cómo todo se va a solucionar. ¿Y cómo puedes no resistirte a Darwin? Es simplemente genial.
AM: ¡Muchísimas gracias!
BL: ¡Gracias a vosotros!