Entrevista con los realizadores stop motion Emma De Swaef y Marc James Roels
Emma de Swaef y Marc James Roels son un dúo de animadores stop motion instalados en Ghent, Bélgica. Su brillante cortometraje Oh Willy… (seleccionado en Animac 2013) viajó por el circuito de festivales en todo el mundo, y su animación en lana inspiró una nueva ola de realizadores y animadores stop motion. En celebración del tema de Animac 2019, entrevistamos a Emma y Marc durante el festival de Annecy 2018 para hablar de su obra y de su último mediometraje de 44 minutos, This Magnificent Cake!
Animac Magazine: ¡Muchas gracias por vuestro tiempo! Nuestra primera pregunta puede resultar obvia, pero es algo que queremos preguntar a todos los artistas stop motion entrevistados: ¿por qué stop motion? ¿Cuál es vuestra conexión personal con el stop motion como técnica?
Emma De Swaef: Para mí, todo se centra en los títeres. Yo ya hacía títeres antes de hacer animación – estudiaba cine mientras construía títeres. Los títeres son algo realmente emocionante: simplemente el hecho de construirlos y después imaginar que cobran vida… ahí reside su belleza. Y el stop motion, claro, no solo te permite imaginarte que están vivos, sino que realmente cobran vida para la gente que los ve también. Éste su es su gran atractivo.
Marc James Roels: También venimos del mundo del cine en imagen real, que es una forma de trabajar muy intuitiva. No somos especialmente buenos dibujando de forma estilizada, así que nos sentimos mucho más cómodos con la cámara, el personaje, la iluminación, y todo lo demás. Así que, para nosotros, la animación es una forma más espontánea de trabajar.
Emma De Swaef: Básicamente, es como una película de imagen real pero tienes el control de todo. Puedes decidir cada pequeño elemento que entra dentro del frame, es una decisión consciente. No hay nada al azar. Y nos gusta esta forma de trabajar.
Marc James Roels: Pero aún así, nos gusta el hecho de poder ver cómo son los materiales. Hay una especie de equilibrio entre su aspecto real y lo que representan. Siempre hay esa tensión: puedes ver que todo es lana, y puedes sentir lo pequeño que es todo. Pero luego mostramos un paisaje inmenso y te olvida. Es fascinante, y nos gusta jugar con esos contrastes.
Animac Magazine: Y la lana también es un material que conlleva muchos desafíos técnicos. ¿Podríais contarnos más sobre ello? ¿Cuáles son los mayores desafíos que soléis encontrar durante un rodaje?
Emma De Swaef: Hay dos gran retos. El primero es que la lana, claro, no se mantiene fija – se mueve constantemente. Y el segundo es que no es un material muy flexible. Pero estos retos también tienen sus ventajas. Cuando los animadores manipulan los títeres, la lana se mueve un poco y crea un estilo propio: este viento constante que mueve los filamentos y hace que los personajes parezcan vivos porque puedes sentir la mano del animador. Respecto a la inflexibilidad, estamos trabajando en ello. Ahora, por suerte, nuestros personajes ya no son nudistas (como lo eran en Oh Willy…) y en nuestro nuevo mediometraje This Magnificent Cake! todos llevan ropa, por lo que ya no tenemos problemas con los cuerpos inflexibles de los títeres. Y el gran desafío de este mediometraje fue todo el diálogo, pues esta vez hemos incluido personajes parlantes. Tuvimos que inventar una técnica para hacerlo posible: añadiendo plastilina detrás de sus bocas y humedeciendo la lana para que ganase flexibilidad y así esculpir las bocas en formas distintas. Y es bueno que cada nuevo proyecto implique un nuevo reto: realmente, ¡no sabíamos cómo animaríamos los diálogos! Y puedes apreciar cómo los primeros son un poco más toscos y, hacia el final, más sofisticados. Esperamos que en cada nueva película podamos ir un poco más lejos. De hecho, también tuvimos problemas con el agua, la niebla… No sabíamos cómo resolver todos estos problemas pero finalmente los resolvimos, ¡encuentras una manera!
Animac Magazine: En términos de puesta en escena e iluminación, vuestro enfoque no solo proviene del cine en imagen real, ¡también del documental! ¿Qué huella dejó toda esta experiencia cuando abordáis vuestras animaciones?
Marc James Roels: Incluso cuando trabajabamos en Oh Willy… siempre teníamos en mente la idea de un pequeño equipo de rodaje, donde la cámara siempre estuviese al mismo nivel que los personajes, sin ángulos de cámara muy locos – en resumen, que el público pueda identificarse fácilmente. Rodar de esta forma es de lo más natural para nosotros. Quizás no es tan imaginativo comparado con las posibilidades de la animación 3D, donde puedes ir más lejos, pero a veces puede surgir una especie de… distancia, creo yo. Esta es nuestra forma de contar historias.
Emma De Swaef: Y nuestro ritmo, también. La gente de cine cree que nuestra películas es muy rápida a nivel de ritmo, y la gente de animación que es muy lenta. [ríe] Hay un ejemplo interesante en nuestro filme: el personaje pigmeo, uno de mis personajes favoritos. Para nosotros era muy importante que él hablase una lengua remota que existe en el Congo. Así que me puse a contactar a mis amigos del mundo del documental, que rodaron imágenes de archivo de pigmeos y nos dijeron: “en Europa no vas a encontrar ni un solo pigmeo”. Había muy pocos, e incluso en el Congo es una comunidad que está desapareciendo, así que tuvimos que encontrar una solución. Nos sugirieron usar, simplemente, otro lenguaje africano – “¡nadie lo notará!” – pero a nosotros nos importan mucho este tipo de detalles. ¡Y finalmente descubrimos un grupo de música formado por pigmeos que solo viene a Europa una vez al año! Son unos cantantes que dan conciertos en Ginebra y Francia. Así que esperamos un año entero hasta que volviesen, los invitamos al estudio y grabamos todo el diálogo con ellos. Y, como son cantantes, pensamos: “¡que canten una canción!” E incluimos la canción en nuestro filme. Esta es la magia del documental: nunca sabes qué vas a obtener, invitas a la realidad a tu casa y te ofrece regalos. Estamos muy contentos y orgullos de la escena donde el pigmeo le canta al perro.
Animac Magazine: Es maravilloso. Sentimos curiosidad por vuestra experiencia en Japón – donde ambos disfrutasteis de una residencia artística en Tokio. ¿Qué proyecto desarrollásteis ahí? ¿Y cómo fue vuestra experiencia de trabajar en un país tan distinto, donde la animación stop motion no es la técnica más tradicional?
Marc James Roels: Fue una experiencia increíble. Fue difícil hacer stop motion, así que aprovechamos ese tiempo para desarrollar la idea para This Magnificent Cake!, y empezamos a trabajar en el guión. Pero durante nuestra estancia, vimos muchísimas cosas y exploramos ideas para distintas piezas – de hecho acabamos produciendo ésas primero durante un año entero, y luego volvimos a This Magnificent Cake!
Animac Lleida: ¿Cuánto tiempo habéis trabajado en This Magnificent Cake!?
Emma De Swaef: Mucho tiempo. Si cuentas desde la idea inicial hasta ahora, han pasado seis años. Mucho de este tiempo se dedicó a escribir y financiar el filme, y estuvimos en producción durante los últimos dos años. Seis meses de construcción en Francia, ocho meses de rodaje en Bélgia, y el resto postproducción y sonido – que fue un proceso realmente largo. Empiezas con nada más que las voces, y nuestro sonidista – Bram Meindersma, un holandés con mucho talento – empezó a diseñar todo el sonido. De hecho, ¡él también viene del mundo del documental! A veces, la gente de animación se centra exclusivamente en foley (efectos de sonido) y música, pero Bram se centró en crear atmósferas y paisajes sonoras. Y, por suerte, él también viajaba mucho por África para rodar documentales: sabía que vendría a trabajar en nuestro proyecto así que fue capturando todos esos sonidos de África, in situ.
Animac Magazine: Cuando trabajáis historias, ¿qué surge primero? ¿Empezáis con un personaje, un tema, una ambientación…? Nos gustaría saber más sobre vuestro proceso de escritura.
Marc James Roels: En This Magnificent Cake!, el punto de partida fue la ambientación. Queríamos situar el filme específicamente en la África colonial y capturar aquellos tiempos. Leímos muchos libros ambientados en esa época como, obviamente, “El Corazón de las Tinieblas” de Joseph Conrad. O las obras del novelista francés Louis-Ferdinand Céline, un escritor muy controvertido – era muy antisemita – que tiene un libro autobiográfico llamado “Viaje al fin de la noche”.
Emma De Swaef: El personaje es un desertor del ejército que se pierde por África para esconderse.
Marc James Roels: Es la forma en la que describe su vivencia: todo el mundo se está muriendo, todos los europeos horribles escapando de algo…
Emma De Swaef: Y están todos borrachos y drogados con medicamentos porque nadie puede aguantar el clima extremo en África central.
Marc James Roels: El calor, la fiebre, las enfermedades… Es un libro con el que podíamos trabajar. Pero de hecho, todos los personajes y la historia llegaron mucho más tarde. Primero queríamos trabajar sin historia: solo fragmentos de gente haciendo cosas, algo un poco más experimental. Hasta que echamos de menos la presencia de personajes, ¡contar una historia!
Emma De Swaef: Así que tomamos nuestras cinco historias favoritas, fusionamos algunas de ellas y luego desarrollamos cinco historias diferentes que estaban conectadas las unas con las otras.
Animac Magazine: ¿Cómo podéis combinar temáticas tan serias como el colonialismo y el postcolonialismo con la comedia? Porque, después de todo, ¡vuestro mediometraje está repleto de humor políticamente incorrecto! ¿Es importante, el humor, en vuestro trabajo?
Marc James Roels: El humor siempre es muy importante en nuestro trabajo. El humor es una forma de desarmar a la gente y hacerles sentir más abiertos a ver algo más allà. Porque cuando la gente ríe espontáneamente, sienten una emoción de forma directa pero a su vez se enfrentan a una realidad muy dura. Cuando ves que a la gente le suceden cosas realmente inhumanas, creo que afectan más si está mezclado con humor. Porque si simplemente lo mezclas con drama, tiene un efecto distanciador – le está sucediendo a otra persona. El humor hace que el público sea más consciente. Ríes y después te preguntas: “Uau, ¿por qué me estoy riendo?”
Animac Magazine: También hay presente un cierto realismo mágico. ¿De dónde viene? También lo explorasteis en Oh Willy…: algo que podría comenzar como una historia realista y que luego va mucho más allá.
Emma De Swaef: Creo que forma parte del carácter belga. [ríe]
Animac Magazine: ¿De verdad? ¿Os enfrentais al dolor con surrealismo o…?
Emma De Swaef: No pensamos en ello conscientemente cuando hacemos nuestras películas, pero cuando echas un ojo a artistas belgas encuentras todo esto surrealismo belga. Este tipo de humor es muy belga, forma parte de nuestra tradición.
Animac Magazine: Es agridulce. Hay un fuerte sentimiento de culpa.
Marc James Roels: Es una forma sutil y desarmante de confrontar al público con este tipo de temas.
Emma De Swaef: También creo que el público no está acostumbrado a ver una película como esta, donde estamos hablando directamente de la historia colonial. Y no trata del típico personaje blanco que se ilumina y va a ayudar a los negros. Normalmente, ésta es la puerta de acceso para que la gente vea este tipo de filmes, y son más fáciles de digerir porque te hacen pensar: “¡en realidad éramos los buenos!”. No hay nada de eso en nuestro filme. Nos aseguramos que podemos mantener un equilibrio. Te enfrenta a tu pasado. No es fácil mirarlo directamente a los ojos.
Animac Magazine: Nos gustaría saber más de vuestro trabajo comercial, que vais combinando con proyectos más grandes. ¿Qué oportunidades os da la publicidad para explorar o experimentar? ¿Con qué tipo de retos os encontráis?
Oh Willy… from Marc and Emma on Vimeo.
Emma De Swaef: Bueno, los anuncios siempre tienen que producirse muy rápido, así que hemos desarrollado una técnica distinta de títeres – que existe desde hace tiempo. Animamos los personajes con palos en un entorno real y luego eliminamos los palos digitalmente. Los rodajes van muy rápido, mientras que la postproducción es más lenta. Aún así, es agradable trabajar en escenarios reales y explorar distintos estilos de animación. Los anuncios de los que estamos más orgullosos – por ejemplo, The Garden Ape – eran anuncios sin presupuesto. Los hicimos porque nos gustó la iniciativa – The Garden Ape era una campaña de concienciación sobre la naturaleza que promovía los espacios verdes en Bélgica – y así obtienes la libertad para hacer lo que quieras.
Marc James Roels: Los anuncios con los presupuestos más grandes son más interesantes a nivel económico, pero siempre hay un gran comité detrás que quiere sabe en todo momento qué va a suceder con su dinero. Así que las ideas se diluyen. No es realmente algo que disfrutemos mucho haciendo, pero a veces es necesario.
Emma De Swaef: ¡Te ayuda a pagar las facturas!
Marc James Roels: También tenemos nuestra pieza de lucha, con dos pequeños personajes de lucha libre. De hecho es una idea que vino de Japón: fuimos a ver un combate de sumo, vimos aquellos hombres luchando y pensamos: “¡podemos hacer algo de ese estilo!” Teníamos suficiente presupuesto para comprar la iluminación, y construimos un pequeño decorado en el sótano de nuestra casa. Animamos los pequeños luchadores y nos lo pasamos muy bien, pero no ganamos nada con esa pieza. [ríe] Así que… sí, nos gusta hacer publicidad si tenemos control absoluto.
Animac Magazine: Una última pregunta: ¿qué viene ahora? ¿Algún proyecto nuevo en mente? ¿Os vais a tomar un descanso?
Emma De Swaef: Tenemos ya la chispa de una nueva idea. Es lo que nos hace felices ahora: no tenemos que pensar demasiado en nuestra última película, no nos gusta obsesionarnos con ello y simplemente nos entusiasmamos con nuevas ideas. ¡Así que estamos haciendo lluvias de ideas siempre que tenemos tiempo!