ENTREVISTA ROCÍO ÁLVAREZ

28 de noviembre de 2022

1.-¿Cómo llegaste al mundo de la ilustración?

Siempre me ha gustado dibujar y hacer cosas creativas desde pequeña. Estudié Bellas Artes en Valencia y ahí probé un montón de técnicas diferentes, desde modelaje en barro hasta grabado o principios de la animación. Al comienzo la enseñanza del dibujo era más clásica, hacíamos estatuas y sesiones de modelo en vivo junto con técnicas antiguas de pintura. Esta bases luego me serían útiles para consolidar lenguajes propios. Exploré por mi cuenta muchas técnicas y aprendí mucho presentándome a concursos de carteles o cuentos. Esto era una buena excusa para crear y hacerme un book que luego me llevó otros trabajos, sin hablar de la presión de crear con una fecha límite de entrega. Actualmente y desde hace unos años tengo unos clientes para quienes trabajo todos los años y otros que surgen gracias al boca a boca o por la promoción en redes.

 

2.-Tus ilustraciones tienen vida y movimiento ¿Cómo se relacionan con tus animaciones?

Supongo que es por una inclinación a unas formas más expresivas y por no querer ceñirme a las representaciones realistas de cuerpos y objetos. No me apetece hacer personajes realistas y supongo que en animación tampoco, así que suelo exagerar partes de los cuerpos para intensificar acciones. Me he inspirado bastante en las formas de Lorenzo Mattoti y las deformaciones de Gianluigi Toccafondo.

3.-¿Qué otros formatos artísticos trabajas?

Últimamente estoy bastante metida en el mural. Realicé uno muy grande para una estación de metro -junto a Aline Quertain-, otro para el 50 aniversario de Greenpeace en el museo de Ciencias Naturales que hace honor a la biodiversidad en diferentes climas y también otros murales más expresivos en modo jungla en diversos centros públicos o casas privadas, todos en Bruselas. También experimento mucho con texturas animadas grabadas en macro y con el retrato. Compagino también con workshops, los más recientes los di en el Máster de animación de Valencia, en la escuela Tumo en Armenia y en el festival Animasivo en México. Algunas veces también he ejercido de jurado, como en el fondo de animación de Colombia, el FDC, y en el festival Prime the animation.

4.-¿Qué supuso tu experiencia en la escuela Francesa la Poudrière y la nominación de tu film de graduación Écart de Conduite a los premios europeos Cartoon d’Or? ¿Qué aprendiste con tu segundo cortometraje Simbiosis Carnal?

Entrar en la escuela la Poudrière fue un regalo para mí. Es muy selecta y sólo entran entre nueve y diez alumnos por año, la mayor parte franceses y una pequeña parte de extranjeros. Es una escuela pública con unas instalaciones muy buenas. No hay docentesa tiempo completo, si no que sólo vienen profesionales de la animación a dar cursos. Es una escuela muy intensa. En el primer año se hace un corto de un minuto individual y una adaptación de libro infantil a serie de animación en grupo. Todo esto alternado con ejercicios de guión o dirección de actores, ya que es una escuela más bien basada en la realización y menos en la técnica. Normalmente a esta escuela vienen alumnos que ya han hecho otras escuelas más técnicas. En mi caso no fue así, mi nivel de animación no era tan bueno, me escogieron principalmente por mi universo ilustrativo, pero por el efecto de grupo que crean en la selección de alumnos se creó una simbiosis muy bonita en el que cada uno tenía su punto fuerte y nos ayudábamos unos a otros. En el segundo año de la escuela, se realiza de manera individual un corto de cuatro minutos de duración con tema libre de manera semiprofesional, creando un dossier inicial y un pitch. Llevan como jurado a un grupo profesional y eligen cuatro cortos para luego pasarlos en la televisión. Tuve suerte y mi proyecto fue elegido por Canal + Francia. Hay un presupuesto de la escuela para poder contratar un poco de ayuda en la animación, el sonido y la música. En este ejercicio yo realicé “Écart de Conduite”, que es una comedia sobre el hecho estresante de pasar el carnet de conducir. Está basado en una experiencia personal pero llevado al extremo. Fue duro hacerlo porque le di mil vueltas al guión y luego el tiempo de dibujo y animación se me redujo y tuve que trabajar muy intensamente. Además, quise hacerlo en animación analógica, sobre papel, y el proceso fue muy largo: el sketch, el clean, el escaner, el color en TVPaint y el compositing. En todo caso aprendí muchísimo y luego tuve la oportunidad de ir a los primeros festivales en donde estuve seleccionada como directora. Llegó a estar nominado al Carton d’Or, un premio al mejor corto europeo y fue un gran honor. Simbiosis Carnal es mi segundo cortometraje y mi favorito de momento. Narra la historia de la sexualidad humana desde un punto de vista animal, poético, crítico con el pasado misógino y con un punto de comedia. Me costó varios años realizarlo y lo hice en un principio con una beca de Zorobabel y Caméra etc en Bélgica. También tuvo una ayuda de Canal + España, y luego una ayuda de la Federación de Wallonia. Ha tenido una acogida buenísima y ha estado seleccionado en más de cien festivales y aproximadamente unas veinte menciones y premios y me ha permitido viajar y conocer países. Aún sigue pasando en algunos festivales y retrospectivas. Aprendí que la animación es un deporte de resistencia, pero bueno, eso ya lo sabía jeje.Lo que me gustó es que no me pusieron presión para acabar en un plazo concreto, así que lo hice siempre lo mejor que pude, en todos los planos, aunque me demorara más. También trabajé con animadores y animadoras que hicieron muchos de los planos del corto y estuvo bien porque fue siempre presencial y puedes explicarles mejor lo que quieres conseguir y corregir antes de que avancen más en el proceso.

5.-¿Cómo convive en tu trabajo lo analógico y lo digital? ¿Qué crees que puede aportar la tecnología al mundo de la ilustración y de la animación?

Siempre estoy haciendo un ping pong entre las dos maneras, lo analógico y lo digital. Lo analógico me encanta porque creo que tiene algo de aleatorio que le da mucha vida a la imagen. Una encuentra trazos, formas o ideas que no hubieran salido con una tableta gráfica. Creo que la textura de pintura, el chorretón o la mancha, todavía no se ha perfeccionado tanto en lo digital y el hecho de hacerlo a mano siempre le da un toque más humano, real y curioso. También me encantan hacer pequeñas maquetas o construcciones en papel que uso a veces como decorados e integro luego a los personajes en 2d.Por otro lado también me gusta mucho la animación experimental, hacer manchas y
fotografiarlas en macro y ponerlas en movimiento. No obstante el mundo digital en mi caso me parece indispensable y soy super fan de photoshop y del poder controlar todo el proceso con capas, métodos de fusión y el célebre control +Z. Para la animación tradicional me gusta mucho usar Tvpaint y para el compositing final After Effects.

6.-¿Cómo conociste Animac?

Lo cierto es que lo conocí de casualidad por el programa Días de Cine, de la 2. Yo ya había hecho Bellas Artes, con una asignatura de animación, pero seguía estando bastante verde en animación y cuando vi el anuncio del festival, me obsesioné con que tenía que ver otro tipo de animaciones y convencí a mi amiga Ángela para que fuéramos juntas a pasar el fin de semana allí. Como ya he comentado más arriba, fue todo un descubrimiento.

 

7.-¿Qué ha supuesto para ti trabajar en el cartel de su 27 aniversario?¿Qué has querido reflejar y cómo te gustaría que el público lo percibiese?

Me ha parecido una experiencia muy bonita por el cariño que le tengo al festival y al mismo tiempo un poco de presión, ya que los carteles de Carles Porta y de Gina Thorstensen habían puesto el listón altísimo. El tema me gusta mucho, Latam BOOm, porque creo que sí que realmente hay un auge pero también ha sido complejo, por lo amplio que es representar a un continente. Con mi pasión por el mundo vegetal y animal, le he dado un poco de protagonismo, pero he intentado incluir símbolos o arquitecturas de bastantes países latinoamericanos. Las figuras humanas se elevan hacia arriba, en una metáfora de crecimiento. Quería que la imagen tuviera unos colores tropicales potentes y los he mezclado con siluetas en negro para dar contraste y también un toque misterioso. Me gusta la idea de que el cartel pueda aportar color en el espacio público, un toque de alegría visual. Estoy deseando ver como quedarán las impresiones en grande en la ciudad durante el festival. También me gusta el hecho de que se vea una composición clara general, pero que el espectador pueda viajar dentro del cartel y encontrar cada vez nuevos detalles que no había visto en un principio.

8.-En cuanto a la careta animada, que también has realizado ¿Cómo la has planteando? ¿qué técnicas has utilizado?

La he planteado como un travelling lateral aprovechando el paisaje de fondo de montañas con elementos camuflados que aparecen poco a poco. Predomina el mundo de la biodiversidad increíble de este continente con toques de urbanismo.

 

9-Vives en Bélgica ¿Hay más oportunidades para una animadora independiente en Bélgica que en España?

Sí, vivo en Bruselas desde hace ya nueve años. Creo que sí que hay más ayudas al cine en Bélgica que en España, pero menos que en Francia por ejemplo. Es difícil también obtener ayudas, hay pocas y mucha gente que se presenta. En la parte flamenca hay más ayudas y de más cuantía, pero los requisitos para presentarse son muy estrictos. En todo caso también se está viendo un auge en la animación española y cada vez más ayudas de festivales o de las comunidades.

 

10.- Ahora estás en Colombia ¿Qué tal la experiencia? ¿Conoces otros lugares de America Latina?

Sí, tengo la suerte de estar en Colombia desde hace dos semanas, en la región de Antioquia con mi novio colombiano, también animador, Santiago Pérez. Estoy alucinando con la biodiversidad de plantas, nunca había visto zonas tan verdes y tan variadas. Una amiga al ver una foto que publiqué me dijo que me había venido a vivir dentro de un dibujo mío, y sí, a veces lo parece, jeje. Son como esas plantas que en Europa nos cuesta tanto crecer, aquí crecen a lo grande en modo mala hierba. Además la gente es super hospitalaria y también estoy alucinando con la comida y sobre todo los nuevos sabores de frutas y zumos. De momento he estado más en zonas rurales y ahora unos días en Medellín, que a pesar de ser una ciudad enorme, también es muy verde. Por otro lado también es una ciudad de contrastes sociales fuertes y muy llena de vida. Hace años estuve en México, en un viaje más corto y me encantó también. Me gusta el uso del color sin miedo de varias expresiones del arte popular latinoamericanas.